Baterías virtuales y facturas eléctricas de 0 euros

Os explicamos qué son las baterías virtuales para las instalaciones de placas solares y cómo podemos lograr facturas de 0 euros.

En los últimos meses hemos hablado bastante de placas fotovoltaicas, autoconsumo energético y tecnologías relacionadas colateralmente, como coches eléctricos. Hoy quiero explicaros algo que llevo usando unos meses pero que no he querido contar hasta ahora para poder hacerlo de primera mano: las baterías virtuales.

Qué son las baterías virtuales

Cuando realizamos una instalación fotovoltaica lo normal es tener paneles solares que inyectan la energía a la red, y la consumimos o la vendemos. No hay más. Sin embargo, es posible en muchos casos poner baterías que almacenan la energía que no usamos.

El problema es que esas baterías son caras, y los plazos de amortización suben. En muchos casos compensan, pero pueden duplicar o triplicar el coste de una instalación solar sin las mismas.

Es ahí donde entra una vía intermedia, no tan rentable a la larga pero mucho más económica de implementar, las baterías virtuales. Mal nombre, por cierto.

Las baterías virtuales son elementos de gestión y facturación que, en realidad, no almacenan energía. La propuesta de las empresas que las tienen es que puedas usar el sobrante que genera tu instalación más allá de la compensación normal.

Esto es relevante porque, por ley, la comercializadora puede compensar el término de energía de tu factura, pero no otros conceptos como alquiler del contador, término de potencia, etc. Con este sistema sí que es posible hacer eso.

Cómo funcionan las baterías virtuales

El funcionamiento de este sistema varía en función de la comercializadora ya que algunas compensan ciertos aspectos de la factura y otras compensan otros, pero en esencia son similares. Lo explicamos con un ejemplo simplificado.

Si un mes nosotros generamos 100 KW de electricidad con las placas y gastamos 50 KW quedan otros 50 que se venden al precio acordado. Si ese mismo mes gastamos 30 KW de la red eléctrica los 50 vendidos se usan para pagar esos 30.

Puede pasar que la venta de los 50 KW generados extras no den dinero suficiente para pagar los 30 usados, y en ese caso tendremos que pagar algo a la comercializadora.

Pero también puede pasar que esos 50 que vendemos nos den dinero para pagar los 30 consumidos de la red y aún así sobre algo. En las comercializadoras grandes ese extra se pierde, porque salvo que nos constituyamos como un generador industrial de energía (algo que ningún particular hace), no nos pueden pagar por el esto de esa energía, por lo que se la regalaríamos a la comercializadora.

Lo que hacen las empresas con batería virtual es coger ese excedente que ha sobrado y guardarlo para el resto de gastos, permitiendo llegar a facturas de 0 euros.

Algo difícil pero posible

La situación actual es muy diferente de la que había hace un año, cuando se necesitaba aproximadamente generar el doble de electricidad sobrante de la que usábamos de la red para tener una factura de 0 euros. Es decir, si vendías 100 KW y gastabas de la red 50, seguramente tu factura fuera de 0 euros.

Ahora mismo el ratio es casi 4 a 1, por lo que es mucho más difícil llegar a ese nivel. Con todo, puede llegar a compensar en algunos escenarios.

Os pongo como ejemplo mi última factura de electricidad, de 0.85 euros. Como veis, no es de 0 euros (podría haberlo sido si hubiera estado un día más de vacaciones), pero es cierto que es así porque en el mes en que se aplica he estado varios días fuera de casa.

Qué empresas tienen baterías virtuales

Como he dicho al principio, el nombre de batería virtual está muy bien para hacerse una idea de lo que pasa en nuestra factura, pero la realidad es que se trata de un descuento económico en función de lo que hemos vendido.

La batería real acumula KW, pero lo que acumula esta batería virtual es dinero. Un nombre como hucha virtual sería más adecuado, aunque a efectos prácticos sea lo mismo.

La primera empresa que introdujo este producto en España fue Próxima Energía, que cobra un fijo por el uso de la misma, de algo menos de 4 euros. Pero hay más, como estos ejemplos:

Cada empresa funciona de manera ligeramente distinta por lo que si os interesa contratar una de ellas es buena idea mirar los requisitos y la letra pequeña.

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